El secreto del disfrute es que se encuentra en la consciencia del momento presente. Un recuerdo agradable, un sueño fantástico o una idea atractiva pueden ofrecerte algo de placer, pero nunca es lo mismo que disfrutar plenamente la experiencia del ahora.
El disfrute es algo que surge cuando estás aquí, en este momento, con plena conciencia física y sensorial. Sintiendo el momento, mirándolo, probándolo... viviéndolo.
Los factores que propician el disfrute están a nuestro alrededor y surgen sin que se los solicite: una brisa suave, una mirada, el cantar de un pájaro, un atardecer, una conversación, un vaso de agua refrescante, sábanas limpias... cosas cotidianas y comunes que podemos disfrutar cuando prestamos atención.
Si podemos encontrar el disfrute intrínseco en la atención, nunca tendremos que buscar muy lejos para vivirlo. Nuestra capacidad de disfrutar siempre está aquí... disponible cuando prestamos atención.
Gracias por tu práctica.
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